Voy caminando sin rumbo fijo, pero en este camino los pies me pesan cada vez más, y los pasos se me hacen mas largos y lentos, intento marcarme una meta, un objetivo, algo que me haga caminar distinto. Pero una vez más la tormenta me azota y me hace retroceder, encoger, dormir. Poco a poco me doy cuenta de que mi camino se convierte en un desierto y que siempre voy sola, luchando, corriendo, sufriendo, imaginando pequeños oasis a mi alrededor que me alimenten, que me hagan revivir y es por eso que ahora bebo de ti, te siento como parte de mi imaginación, pero me das fuerzas, aunque sean imaginarias, para continuar caminando.
Y mis pies van perdiendo peso, los pasos se hacen más cortos y rápidos. Vuelvo a avanzar, el oasis es real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario