Olvídame.

Olvídate. Haz como si jamás me hubieras conocido y márchate, lejos, muy lejos. Yo a cambio haré lo mismo, olvidaré todos los momentos que he pasado a tu lado, tanto los buenos como los malos momentos. Olvidaré aquella tarde de verano que nos pasamos metidos en la piscina, la mañana de otoño en la que no queríamos levantarnos de la cama y la noche de invierno en la que no conseguíamos dormir porque siempre se nos ocurría algo de lo que hablar. También borraré de mi mente todos aquellos largos y silenciosos viajes en coche que nos llevaban a ninguna parte y nos devolvían al mismo sitio. Quizás te resulte difícil entender por qué quiero olvidarlo todo y es que quiero volver a ser la chica que se ríe por todo sin importarle nada.

Quiero volver a hacer el ridículo en lugares desconocidos, hablar con gente a la que no conozco de temas que no entiendo, quiero volver a sentirme especial, que un día alguien llegue y me diga que estoy preciosa y que quiere conocerme, que no importan los obstáculos que tenga que superar para estar a mi lado... y me da igual si ese alguien vuelves a ser tu, porque ya lo habré olvidado y volverá a ser especial.